Nuestra historia comenzó con un sueño y el deseo de llevar los sabores tradicionales de Argentina a esta encantadora ciudad costera. En 2003, Roberto y Miriam decidieron abrir las puertas de Alto Pavía, un lugar donde teletransportarse a los sabores argentinos fuera posible.

Cada dulce que ofrecemos es un tributo a las recetas tradicionales de Argentina, esas delicias que han sido transmitidas de generación en generación. En nuestro obrador propio, trabajamos con amor para crear cada delicia a mano, garantizando así la frescura y autenticidad de cada bocado.

Junto con todo el equipo de Alto Pavía, queremos agradecerles por su lealtad y apoyo a lo largo de los años. Sin ustedes, nuestra historia no sería la misma. Esperamos seguir siendo parte de su vida y seguir compartiendo momentos y sabores especiales juntos.